Queridas familias, les enviamos actividades para acompañar esta época otoñal. Abrazo a la distancia!

En nuestro transitar  rítmico estacional a lo largo del año en nuestra tierra querida, ya terminado el verano, la tierra va  hacia la estación otoñal y es momento de ver que el día y la noche van teniendo gradualmente menos luz; cambian los aires, la temperatura va bajando, la vegetación se torna con otro matiz de colores  y por lo tanto esto nos dispone también de manera diferente a los seres vivos, entre ellos al hombre  anímicamente.

Las alfombras de hojas coloridas de tonos ocres, naranjas y rojizos, van crujiendo con nuestro andar; el viento las levanta, las hace danzar y luego en el suelo vuelven a quedar. Comenzamos un descansar y un replegarnos, acompañando también la naturaleza que va a su interioridad.

Cada familia puede acompañar esta vivencia hermosa desde su hogar, fructificando el trabajo en los niños, y recibiéndolo también como adultos en una meditación viva. Unirnos para hacer una mesa de estación en casa es darles a los niños la oportunidad de asombrarse y alimentar los sentimientos de contemplación.  ¿Qué poner sobre la mesa de estación? Dejemos que nuestros sentidos al observar nuestro entorno  nos den esas respuestas; la recolección de hojas, semillas, ramas con hojas secas  sumarían a este espacio que puede ir variando según la estación, podrá siempre estar adornada con pequeños objetos  o “tesoros” que los niños encuentran por la naturaleza: piñas, piedras, flores, tierra, frutos, elementos elaborados por ellos mismos como  dibujos o acuarelas.

Es como salir al exterior para traer al interior de casa un trocito de cada estación.

Cuento: “Don Otoño ya llegó

Érase una vez, tres hojitas y un cascabel. Cuando el viento soplaba, las hojitas bailaban mientras el cascabel sonaba, y sonando y sonando el otoño iba anunciando. Cada vez bailaban más hasta que un día, del árbol echaron a volar.

Y volando, volando vieron muchas maravillas, todo el campo cubierto de hojas amarillas.

Y mientras volaban se preguntaban, cuál era la razón de su cambio de color. Y así al viento preguntaron y no supo contestar y cuando llegó la lluvia volvieron a preguntar.

Preguntaron muchas cosas, preguntaron sin parar, pero la señora lluvia tampoco la supo ayudar.

A Don Otoño encontraron descansando en una rama y poniéndolo cara a rara, volvieron a preguntar: Díganos Señor Otoño, ¿qué es lo que pasa aquí? ¿ Por qué nuestro color ha cambiado y del árbol tuvimos que partir?

Contestando Don Otoño con voz ronca y muy serena, que cuando él llega, con él han de llegar tanto la lluvia que moja como el viento que ha de soplar.

Por eso amiguitas mías – dijo el Sr. Otoño- no os debéis preocupar, transcurridos unos meses todo esto pasará,  pues vendrán otras hermanas y de nuevo al Sr. árbol de verde cubrirán.

Muchas Gracias Don Otoño – dijeron las tres hojitas – por nuestras preguntas contestar, ya nos vamos más tranquilas sabiendo que va a pasar.

Esta ha sido la historia de nuestro amigo el otoño que siempre para esta época nos viene a visitar y de cómo la lluvia y el viento le ayudan a trabajar.

Versos otoñales:

“Ya llegó el otoño
Alegre y feliz
Y a los arbolitos
Quiere desvestir.

Todas las hojitas
Amarillarán
Y luego muy secas
Todas caerán.

Caen, caen, caerán
Y vuelven a caer
Y en primavera
Vuelven a crecer.

El sol de verano
Se marcha de aquí
Y los arbolitos
Todos a dormir.”

 

Actividades sugeridas:

Adornos para la casa:

Coronas:

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FAROLITOS con frascos y hojas secas:

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Guirnaldas: