
Y sí, tenemos nuestros ángeles también aquí en la tierra y nos han dejado anónimamente en la puerta de la escuela un bello regalo que nos conmovió a todos los maestros, a Edu que lo encontró y a María Eva que daba volteretas de alegría!!
El regalo llegó con una tarjeta que dice:
“Queridos Maestros, cuidadores y padres de esta hermosa Escuela Clara de Asís:
Celebrando esta fiesta del Divino, adentrando en nuestros corazones. Que este fuego de Pentecostés nos ilumine, nos inspire, nos traiga salud, fuerza y principalmente Amor y unión. Estamos juntos, ¡nunca separados! Ni por distanciamiento, raza, color o nacionalidades. ¡Somos la tierra!
El manto de la humanidad es el Amor
¡Pronto volveremos a encontrarnos!”