
Cerrando el relato de los primeros seres humanos, desde la Creación hasta el nuevo mundo después del diluvio, niñas y niños de tercer grado modelaron las arcas en barro y los animales en arcilla. También las pintaron en acuarela. Hermoso trabajo, lleno de amor, de presencia. Una profunda vivencia del alma.
Y una vez más, los niños y niñas nos demuestran que de toda adversidad puede surgir una oportunidad de crecer y agradecer.
Maestra Florencia