Queridas familias:
En los albores de estas fechas, recordamos la importancia de este momento de recogimiento e interioridad que vivenciamos cada año en la fiesta de la luz.
El invierno es una época del año de espera, una época de oscuridad en la tierra que abriga un nuevo nacimiento de las fuerzas, que una vez pasado el frío, vuelven a resurgir en la naturaleza.
Desde el equinoccio de otoño, luego del dorado resplandor del verano, la oscuridad va creciendo y alcanza su punto culminante en el solsticio de invierno. A partir de entonces, empieza a surgir poquito a poquito una mayor luminosidad, que alcanzará su cúspide en el inicio del verano, tan cerquita de la Navidad.
Así venimos transitando este nuevo tiempo en nuestros hogares, donde semanas atrás nos preparamos con la construcción de los faroles, entonando envolventes cantos. Y poco a poco, al igual que los ciclos de la naturaleza, vamos acompañando a los niños y niñas en ir adentrándose a encontrar cada uno su lucecita interior, chispa espiritual que cada uno alberga dentro de sí.
Para ir preparándonos para la fiesta los invitamos a modelar un cuenco/candelabro y sus propias velas con las propuestas y materiales que cada maestra de grado enviará.
El último viernes de esta primera mitad, el 17/7 a las 18.30hs proponemos compartir el cuento «La flor del Lirolay» (cada maestra enviará la versión elegida) que reviste de sentido el espíritu de esta celebración. Como también unos lindos cánticos que embellecen y nos sumergen en este devenir y que iremos enviando en los próximos días.
Será una nueva oportunidad de sabernos unidos y presentes en la distancia, ya que cada uno buscará su lucecita interior, encenderá su vela y escuchará el cuento especial en un mismo tiempo y con la misma intención.
Podemos culminar la fiesta con algo rico para compartir, símbolo del calorcito y unión que también caracteriza a este espacio de intimidad y encuentro.
Y así cerraremos esta primera etapa tan especial y única, que nos ha permitido descubrir tesoros inesperados, distintos, nuevos. Juntemos fuerzas y energías para resurgir como la Naturaleza, en primavera, con lo que el destino nos traiga. Sin perder la certeza de que todo pasa y de que el bien y la luz siempre prevalecen.
Los maestros y maestras de primaria
