Cada primavera, cuando las moreras dan a luz sus primeros brotes, en el Jardín sabemos que en poco tiempo los gusanitos de seda saldrán de sus huevos.
Los niños reciben el cuento de la oruga, junto con rondas y canciones alusivas, acompañando el milagro del acontecer de la vida en esta época del año.
Tan pequeñitos como son estos gusanos, en pocos días se pondrán gordos, muy gordos. Son muy comilones y solamente se alimentan de hojas de morera, pues otro alimento los daña.
Algunos días más y se quedarán calmos y ya no comerán. Se quedarán quietos, muy quietos, y luego comenzarán a tejer alrededor de su propio cuerpo un hermoso capullo de hilos de seda.
Ellos allí adentro, en misterioso silencio.
Nosotros esperando el milagro de la vida.
Al fin un día, gran alegría para los niños.
¡Una mariposa blanca!
Luego, descubrimos que la casita donde quedó el capullo roto está toda llena de huevos oscuros. De estos huevos nacerán las orugas nuevas la próxima primavera. Guardaremos los huevos en un placard, hasta el renovado tiempo del milagro.
Esta es una experiencia llena de imágenes que fortalecen el alma del niño y lo guían suavemente hacia la comprensión del proceso de la vida y de la muerte formando parte de la naturaleza de la vida.
Los niños ayudan a crecer a los gusanitos, los cuidan, les dan de comer “el alimento que necesitan”. Cantamos y rondamos el misterio de la transformación.
Los padres ayudan a crecer a sus hijos acompañando con la misma intención.
También para nosotros los adultos es una nueva oportunidad de comprender más profundamente el delicado tema de la vida y la muerte. Ser cuerpo y espíritu. Ser naturaleza humana con su forma visible y otra invisible.
Contribuimos así cada día a la auténtica religiosidad que nos fortalece, da sentido y prepara sin duda para cuando transitamos por momentos difíciles o cuando nos toca vivir de cerca la partida de un ser querido.
Pronto los niños recibirán en sus casas una cajita para los gusanitos de seda y compartirán esta vivencia junto a la familia.
“Lo que vive detrás de la superficialidad de la apariencia exterior que se manifiesta.”
Las maestras estaremos llevando gusanitos a los niños. Avisaremos como coordinar la entrega.
