Los guardianes de la escuela, caminamos  por sus caminos y parques vacíos de risas y correrías, velando y anhelando el ansiado regreso. Mientras lo hacemos, el Angel de la Escuela nos habla a través de sus flores y sus pájaros.

El sábado pasado, este pájaro regaló su canto a la maestra María que por allí velaba. Y decía: “Confianza, valor y paciencia. Cada día falta un poquito menos”.