
El arcoiris brillaba
en lo más alto del cielo,
de pronto empezó a llover,
y un rayo le dio de pleno.
¡El arcoiris no está!
¡Qué desastre, qué tristeza
que ya no brilla en el cielo,
brindándonos su belleza!
Las hadas y duendecillos,
formaron pronto un consejo,
tenían que decidir
cómo solucionar el enredo.
De repente, al hada buena
que da color a las flores,
se le ocurrió cómo hacer
para poner los colores.
Decid a todos los niños
que salgan a buscar flores,
rojas, verdes, amarillas,
y de los demás colores.
Que cojan las amapolas
y las lancen hacia arriba,
para conseguir poner
el rojo en primera fila.
Otros, que busquen y busquen
tulipanes de naranja,
y los aten a mil globos
que los suban desde Holanda.
Los que estéis cerca del campo
coged flores amarillas,
y subiros luego a un árbol,
y estirad la mano arriba…
A los que estén en un picnic,
decidles que cojan hierba,
la trocen pequeñita,
y le soplen muy muy fuerte.
Las campanillas azules
pondrán el quinto color.
Atadlas a un avioncito,
y lanzadlas hacia el sol.
Coged la planta de añil,
y regadla con esmero,
para que crezca feliz,
y llegue a tocar el cielo.
Las violetas preciosas,
dejad que vuelen al viento,
y soplad mientras deseáis
que lleguen al alto cielo.
Si los niños nos ayudan
a completar la paleta,
rojo, naranja, amarillo,
verde, azul, añil, violeta.
Nosotras acabaremos
de resolver el problema,
tejiendo con polvo de hadas
los colores de la tierra.
¡Gracias mis niños preciosos,
gracias flores, gracias mundo!
¡El arcoiris ha vuelto
y lo hemos logrado juntos!
Carmen Colás
Seguimos observando el nacimiento que trae el hada de la primavera, el mundo vegetal crece y florece en todo su esplendor. Lo que parecía quieto y en pausa ahora está más vivo que nunca. Los animales están cuidando de sus crías y nutriéndose de la tierra.
Vienen las lluvias y de pronto, sale el sol, dejando todo más verde que antes.