
¡La molienda ya comenzó!
Luego de un año de trabajo, preparando la tierra, sembrando, viendo el trigo brotar tierno y verde claro, crecer verde oscuro, espigar, dorarse con el sol, cosecharlo y hacer gavillas, comenzamos este ciclo desgranando y moliendo para pronto hacer pan: la culminación de un proceso maravilloso que nos conecta con nuestra tierra y sus frutos, y nos llena de confianza en el destino.