«De la tierra al cielo, y del cielo nuevamente a la tierra.» Con este verso tan sencillo que encierra tanta sabiduría comenzamos el dibujo de formas junto a la maestra Denise aún en la escuela, para prepararnos para el punto cruz, labor por excelencia del cuarto grado. Y mientras esperamos que la maestra Denise se termine de recuperar, seguimos practicando…

 

Las labores en la escuela Waldorf

El plan de estudios de trabajo manual se entreteje a lo largo de los grados.

En primer grado se enseña un tejido con agujas muy sencillo, el cual evoca el sentido del equilibrio, pues se utilizan las dos manos. En esta etapa, las hadas pueden venir y ayudar con un punto suelto o para acompañar a quien se retrase en su trabajo. Se introducen las habilidades básicas de tejer como: poner puntos, cambiar colores, aumentar o disminuir puntos, ocultar hilos, y terminar un proyecto. Primero y segundo de primaria son los grados en que se desarrolla y refina el tejido.

El tejido en crochet, que se centra más en la mano dominante de un niño, la que se utiliza para escribir, suele ser el objeto de enseñanza durante el tercer grado. A veces, en tercer o cuarto grado se puede volver a tejer con agujas. A esta edad (o un poco más tarde) se enseña el punto de revés. El gesto hacia atrás del punto de revés, en oposición al gesto hacia delante, se enseña en el momento en que los niños han dejado el mundo de ensueño de primero y segundo grado, y se vuelven más conscientes del mundo que los rodea, sobre todo del espacio detrás de ellos. En cuarto grado se les puede presentar el bordado sencillo y el uso de una aguja con punta. Esta actividad acompaña el despertar que ocurre a los 9-10 años.

En cuarto grado el énfasis está también en el punto de cruz, cuando los estudiantes comienzan el viaje de pasar de la infancia hacia la pubertad. Muchos de los patrones de imagen de espejo utilizados en cuarto grado están enlazados con la enseñanza de las fracciones y el concepto de partes iguales. En quinto grado se trabaja el tejido en 5 agujas, casi siempre con medias, pero también se pueden tejer guantes o gorros. Cabe destacar que el plan de estudios es flexible y los proyectos dependerán del lugar, el clima, las necesidades locales. Estos complicados proyectos refuerzan muchos conceptos de las matemáticas.

En sexto y séptimo grado, los niños y niñas emprenden proyectos de costura de más largo aliento, como muñecas o animales de tela, siguiendo diseños propios. En séptimo grado puede introducirse el fieltro húmedo, actividad que permite trabajar aspectos físicos y anímicos por los que están pasando los estudiantes, en una etapa de gran crecimiento y cambios.  En octavo grado se centran en la máquina de coser, que relaciona a los jovencitos y jovencitas con el estudio de la Revolución Industrial.

Obtenido y levemente modificado de: https://www.escuelawaldorf.edu.mx/espacio_informativo/index.php/trabajo-manual/1-bienvenida