
Como algunos saben, yo, Elena, forme parte del grupo fundador de la segunda escuela waldorf de Buenos Aires, en San Isidro y que hoy se llama Escuela Waldorf San Miguel Arcángel. Costo muchos esfuerzos llegar a comprar los 4500 m2 de terreno y construir…
Ya retirada de la escuela, luego de 25 años de trabajo, me mude a Ingeniero Maschwitz y comenzó a crecer el deseo de algunas personas de fundar una escuela waldorf aquí. Así fue como fundamos el Clara de Asís. Lo hicimos primero en lugares alquilados. Las calles La osa mayor y las glorias, quinta de veraneo de dueños dispuestos a recibir escuela.
Una inesperada, importante, casi milagrosa donación nos permitió pensar en la compra de un lugar con terreno amplio, mucho más que el de San Isidro dada la experiencia que el espacio, pronto es pequeño con el crecimiento. Así que cuando encontramos el lugar actual y pudimos comprar con lo donado nos pareció tocar el cielo con las manos. ¿28.000 m2! Para ir construyendo o reformando y para cultivar, enseñar a los niños la alegría de “vivir “el campo, en lo que al principio se inscribió como escuela rural dada que la población en 1994 era muy escaza.
En cada tercer grado se pudo sembrar trigo. Gustavo toma el proyecto y se organizan cursos, reuniones para compartir conocimientos. Se comenzaron las huertas, se recibieron a las vacas, las ovejas, las gallinas. Por la practica biodinámica, de cuya excelencia ya sabíamos por los trabajos en otros lugares, comenzamos a sanar nuestra tierra: la propuesta de Steiner y sus seguidores se convierte en nuestra meta. Comenzamos con la profundización de estos manejos y a transmitir los mismos a los alumnos que logran llegar a sus casas con verduras sanas, buenas, orgullosos de haber trabajado la tierra y haber adquirido conocimientos especiales. Muchos de ellos, ya adultos hoy, tienen sus huertas caseras y hasta viveros o hacen jardinería como un modo de trabajo. La continuidad de los procesos nos dio un empujón para fundar la secundaria junto a Svend, Antonio Heinze, Karin Ritterband, Marcelo Catarinolo y Gustavo. Entonces se pudo comenzar a transmitir a los jovenes más teoria y más práctica. A futuro seria optimo con más carga horaria, con un cierre de la actividad agraria en el doceavo y no con un abandono de la materia.
Nos han visitado varios colegas de otros países y se han maravillado al ver el espacio tan especial que nuestra escuela tiene y que es bueno mantener y ampliar. He sugerido en reiteradas ocasiones que las actividades deportivas se deberían llevar a cabo en el polideportivo municipal, un complejo extraordinario, ubicado a pocas cuadras de la escuela y de uso gratuito, para mantener el ambiente de calma en torno a la granja.
Es necesario tomar conciencia del Ser de esta escuela y los privilegios que nos regala: donación, espacio, naturaleza y más que todo la levadura para que algunas individualidades puedan ser guiadas a cuidar el planeta, la madre tierra que está siendo tan dañada y explotada por aquellos humanos en que la ganancia en lo económico está por sobre el cuidado de nuestro suelo y sustento.
¡Empleemos mucha fuerza y amor en mantener y aumentar estos cultivos de sanación!
Elena Herbón Wedeltoft
