
Durante cuatro semanas, los niños y niñas de tercer grado han podido transitar la época de oficios realizando visitas a algunos talleres y también recibiendo en el aula a artesanos y artesanas.
En tiempos donde el trabajo se ha vuelto cada vez más automatizado e industrial, donde las máquinas parecieran ir reemplazando al ser humano, poder generar este tipo de encuentros, nos dio la posibilidad de ver, escuchar y conocer a trabajadores que, de manera artesanal, realizan obras únicas y bellísimas.
Vivenciamos lo valioso del trabajo humano y lo importante que son nuestras manos para transformar y brindar al mundo nuestros talentos y habilidades. Reconocer que el esfuerzo y la dedicación son muy importantes para lograr aquello que imaginamos, que todos podemos hacer palpable lo que con nuestros pensamientos creamos.
Con gran interés y curiosidad se alzaban las manitos de los niños para preguntar todo lo que pudiesen, en cada una de las visitas. Al despedirse de cada artesana o artesano quedaba un calorcito en el corazón y las ganas de ser un poco como la alfarera o el luthier, como el joyero o la zapatera, la carpintera o los apicultores… cada uno de ellos, además de sus talleres, abrió su alma para compartir su historia y dejarnos una llamita encendida. ¡Gracias!
maestro Santiago