
Siguiendo el plan de estudios propuesto por la pedagogía Waldorf, en sexto grado los niños y niñas cosen animales y, en nuestro caso, concluyen haciendo «las pieles» en fieltro con aguja, siempre con la amorosa guía de la maestra Denise. Es maravilloso y emocionante ver a los niños y niñas de la era digital usar sus manos para crear en tres dimensiones algo que de alguna manera los espeja, por similitud u oposición, fortaleciendo así la voluntad que tiende a debilitarse y dormirse cuando todo se resuelve tocando una pantalla o un botón.
Maestra Florencia
En la foto: los animales de sexto grado invaden la biblioteca!
Aquí un texto pedagógico de gran interés, obtenido del libro de David Mitchell & Patricia Livingston «Inteligencia desarrollada por la voluntad, Artes prácticas en las escuelas Waldorf. Desde el jardín hasta la secundaria».
Manualidades en sexto grado por Patricia Livingston
El trabajo manual debe ser juzgado no sólo estéticamente sino pedagógicamente. Sucede a menudo que un trabajo deslucido pero esmerado habla más del progreso interior del niño que una pieza más agradable a la vista. En el sexto grado el niño está comenzando a entrar en la preadolescencia. Tiene un sentimiento de sí mismos más fuerte y están encontrando una relación más independiente con el mundo a su alrededor. Al mismo tiempo, internamente experimentan una nueva profundidad del sentimiento. A menudo hay mucha confusión en sus almas. Están perdiendo algo de la maravillosa armonía del quinto grado. Es necesario algo nuevo e interesante en manualidades para retener su atención. Ellos estudiaron los animales en cuarto grado, y aman y viven con animales vivos a su alrededor. ¡Qué maravillosos antecedentes para el desafío de hacer animales rellenos! Este proyecto requiere habilidades de todo tipo: el arte para dibujar un bello animal, la concentración para seguir las instrucciones cuidadosamente, y la imaginación para representarse cómo una figura tridimensional puede surgir de la costura.
Rudolf Steiner habló de la diferencia entre tallar y rellenar un animal. En el tallado uno trabaja desde el afuera, sacando la madera, piedra, o arcilla y dando a luz y revelando el animal que está dentro. En la manualidad blanda, uno le da el alma al animal, rellenándolo y dándole forma, dándole carácter a medida que se moldea desde el interior. Este proyecto llega justo en momento apropiado para los niños, que están comenzando a despertar en un sentido astral y no saben qué hacer con sus sentimientos. Cuando se sienten incomprendidos por los adultos, su amor y confianza a menudo fluye a sus mascotas. “¡Mi perro es el único que me entiende!” han sido dicho frecuentemente por un niño de doce durante un momento de crisis dramática. Hacer un animal relleno es un gesto amoroso. Los niños vuelcan sus sentimientos en su trabajo, y es muy satisfactorio. Ellos juegan realmente con sus animales, los abrazan, y los llevan a su casa, y luego, como niños de primer grado, ¡desean traerlos de regreso a la escuela para ponerlos en sus escritorios!
Para comenzar este proyecto, cada niño elige un animal y dibuja una imagen del mismo, en su ambiente natural, de ser posible, teniendo algún gesto de movimiento. Son dibujados de perfil. Luego discutimos sus opciones en cuanto a la conveniencia y posibilidad para un animal relleno.
La maestra debe estar segura que cada niño elige un animal que puede hacer exitosamente. Los caballos son a menudo populares, pero un animal con largas patas finas es difícil de hacer para algunos niños. Deberían experimentar trabajar con un animal de cuatro patas, pero pueden haber otras opciones más fáciles, tales como osos o conejos, que también se pueden hacer. El temperamento a menudo guía a los niños en sus elecciones, pero algunas veces eligen los que es opuesto a sí mismos. ¡Esto siempre es interesante! ¡Quizás un suave gatito quisiera ser un león!
Luego los niños hacen un molde de su dibujo en una pieza de papel más grande que su dibujo y lo recortan. Surgen las preguntas. ¿Cómo se mantendrá parado? ¿Cómo lo llenaremos? Luego aprenden a hacer refuerzos para darle forma al animal y cortan y rotulan todas las piezas necesarias. Este es un proceso importante que puede ser usado para hacer ropa más adelante. Mientras tanto, la maestra ha estado juntando por años materiales parecidos a pieles de animales —preguntándole a sus amigos si tiene viejas polleras de lana o abrigos de los tejidos y colores apropiados, pedazos de cuero o piel, algodón crudo, y otros telas naturales—, continuamente aumentando su colección. Quizás una de esas piezas ya ha sido la inspiración para un animal.
Ahora, se hace la elección final, y el trabajo comienza. Cada paso en este proyecto determinará cuán cerca al concepto original se acercará el animal. La forma será estropeada por un trabajo descuidado. Por lo tanto, a medida que el trabajo avanza, se necesita una detenida observación y corrección en el corte y cosido, tanto por parte de la maestra tanto como del niño, para lograr que nazca el animal. Cuando todo esto está listo y comienza el rellenado con vellón, los niños sentirán lo valioso que han sido sus esfuerzos. El animal es el proyecto principal en sexto grado, pero si se le ha dado suficiente tiempo a las manualidades en los grados superiores, otras cosas pueden ser hechas.