
¿Cómo prepararnos para la celebración de la Pascua con imágenes apropiadas para el alma infantil?
Un nuevo año. Todo es nuevo y, al mismo tiempo, la esencia perdura. Aquí estamos, retomando y recreando el ritmo, siempre en pos del sano desarrollo de niños y niñas.
«En el campo las espigas, maduraron bajo el sol.
Y a la espera de la siega, pasa raudo un ventarrón.
Buen campesino, despierta y comienza tu labor.«
Al son de la música del panadero, del molino, del caballito al trote, llenos de movimiento y alegría, cada mañana fuimos preparando el alma para amasar el fruto de la tierra, del trabajo humano que transformó las semillas en harina: el pan. A compartir con simpleza y amor. Nada más profundo y humano que compartir el alimento, con la conciencia del trabajo que hay detrás, conciencia que proviene de haber sido parte de ese trabajo, de ese proceso natural y cultural.
Y compartirlo para prepararnos para la Pascua. Pesaj, que significa Paso. El paso del verano al otoño, del afuera al adentro, de la cosecha al alimento… Dar el paso. Un paso hacia ser más humanos, más comprensivos, más amables… Invitamos a los niños y niñas a pensar y sentir qué paso quisieran dar en su vida: desde lo más pequeño (poder escuchar mejor a la maestra, animarme a acercarme a un amigo con el que estoy enojado, intentar ser más paciente, etc).
Tal vez nosotros, como adultos, también podemos tomarnos un momento para pensar qué paso queremos dar. Y al igual que niños y niñas sentirlo en el corazón y activar la voluntad en esa dirección.
Que todo lo bueno, lo bello, lo verdadero y lleno de luz resurja en cada uno de nosotros, como en la gran imagen espiritual de la resurrección.
Así nos reunimos el miércoles 27/4 todos juntos en primaria para compartir el pan. Como es costumbre, nos acompañaron los jóvenes de octavo, que prepararon y sirvieron el tecito rico y calentito. Quinto grado nos regaló un ritmo y una canción sobre las panaderas.
Lo profundo en lo sencillo.
Maestra Florencia














