A través del relato del tercer grado, que va narrando desde los inicios del firmamento según el antiguo pueblo hebreo, se va acompañando las preguntas por la existencia que nacen de los niños que van llegando a sus 9 años. Luego de las vacaciones han escuchado también la historia del arca de Noé.
Para emprender ese viaje también en lo concreto, durante una reunión pedagógica los padres y madres del grado modelaron una gran barca y un mar con grandes olas. Cuando la barca estuvo lista, las niñas y niños modelaron los animales que, en parejas, se embarcan hacia la nueva tierra. Aparecieron leones, tigres, pumas, zorros, lobos, panteras, caballos, burros, vacas, serpientes, lagartos, tucanes, palomas, águilas, ñandúes, colibríes, búhos, delfines, sapos, patos, pingüinos y puerco espines, entre otros.
En esta poderosa imagen, los niños se sienten inconscientemente acompañados en su propio tránsito hacia la nueva vida que les espera como un renacer, tras la primera gran crisis de la infancia que ocurre en torno a los 9/10 años de vida. En la gran imagen del diluvio, el alma del niño recibe la certeza y la serenidad de vivenciar que, incluso cuando parece que no hay salida, que nada quedará en pie, siempre hay un arcoíris en el horizonte y un nuevo sol que nos espera.

Maestra Rocío