
Hace 17 años bajamos de una camioneta a una ternerita llamada Olinda, con los maestros Francisco y Gonzalo, con Eduardo…Y había más personas. Interrumpimos la reunión de jueves porque había llegado.
En los últimos días la viejita Olinda estuvo muy afectada. En edad humana tenía unos noventa años.
En estos años, Olinda prestó grandes servicios a nuestro espacio, limpiando y liberando energías telúricas agresivas, fertilizando, estableciendo comunicación con el único elemental que viene por estos pagos entre otoño y primavera, y sanando a muchos jóvenes y niños con su mugido. Durante sus últimos días, este ser sintiente no humano, cuando su horizonte estaba ya cerca, estuvo acompañada por las oraciones de todos los que la amamos.
Olinda partió de madrugada, en luna de viernes santo. Como corresponde a su bondad.
Maestro Gustavo.
Hace poco despedimos también a «la Juana», la oveja hembra que nos acompañó durante muchos años.
Siguen velando por la vida en la granja las gallinas, los pollitos, Talita (hija de Olinda), la oveja Clarita y sus dos corderitos Nieves y Nube.
En la siguiente foto:
La Juana a la izquierda, Olinda a la derecha, y Talita a lo lejos, invierno de 2015.
Buen descanso, queridas amigas!