
Época de Antropología y Zoología:
En cuarto grado nos acercarnos al niño con conceptos de la ciencia natural.
Comprendemos que el Hombre es en realidad, el resumen de los demás reinos de la naturaleza y que no se puede separar de esos reinos. De esta manera nos adentramos en la relación íntima entre el ser humano con su entorno.
Conmemoración del General Manuel Belgrano
El 20 de junio se recordó a Manuel José Joaquín Jesús Belgrano, por Dios, cuántos nombres eligieron los padres para su hijo!.
Manuel Belgrano, como muchos hombres, tuvo pensamientos de libertad y ayudaron a su tierra a ser libre. Ya desde pequeño respiraba la libertad, quería ser libre en el pensar, en el sentir y en las acciones. No le gustaba que le dijeran lo que tenía que hacer. Por ese motivo aprendió a atarse los cordones desde pequeño y a cambiarse solo para poder, después de hacer sus tareas, ir a jugar. Pudo desde pequeño ayudar a otros, grandes y más pequeños que él. El tiempo pasó y se convirtió en un jovencito y a los 16 años con sus ideas firmes de libertad, se fue solito a España en barco para estudiar. En esos tiempos, no todos tenían esa posibilidad y los que podían, tenían que hacerlo en otras tierras. No existían los autos ni aviones. No había autopista ni aeropuertos. Debían cuidar las velas porque eran las que alumbraban en las noches y los brazos debían ser vigorosos para sacar baldes con agua de los aljibes.
Tenía mucha fuerza y entusiasmo, como si llevara una capa roja desde que bajó del cielo y en España usó esas fuerzas para estudiar mucho, mucho. Fue abogado, periodista, economista, militar y seguro algo me olvido. Regresó a su tierra, que no era libre. Las riendas las sostenía España y, con su conocimiento, intentó ayudarla y sirvió como militar y fue un General muy querido. Le regalaron un sable de acero con mango de nácar. Él y su ejército eran muy guapos con sus uniformes: sacos con botones dorados, botas hasta las rodillas, sombreros como galeras, luciendo alguna pluma de color. Lucharon con cañones, caballos, sables.
Hubo un tiempo que Manuel Belgrano vio a su ejército decaído, sin entusiasmo, y mientras contemplaba el inmenso cielo se inspiró y creó una bandera celeste y blanca con un sol en el centro para su pueblo. Doña Catalina y una vecina, por cinco días cosieron la bandera sin cesar y, al enarbolarla sobre los cielos del Río Paraná, los hombres de Manuel Belgrano se emocionaron, sus ojos con lágrimas vieron cómo la bandera se unía al único cielo del mundo, grande y profundo y prometieron cuidarla, prometieron cuidar la Libertad. Algunos no sabían qué era una promesa. Belgrano les dijo que era comprometerse con algo o con alguien, dar la palabra sin que nadie los obligara. Hacerlo en libertad y cumplirlo. Tan emocionados y vitales se sentían al ver flamear la bandera, que todos al unísono prometieron tratarse como hermanos.
Fiesta del Farolito: Celebramos el invierno y las noches largas.